¿A qué edad se debe iniciar la adaptación de una prótesis ocular?

por | Jul 18, 2024 | Blog | 0 Comentarios

Cuando un niño pierde un ojo o nace con la ausencia de éste, representa una gran carga emocional, psicológica y social, no sólo en el niño, sino en los padres y en la familia.

Sumando a esto, es de vital importancia tomar decisiones terapéuticas tomando en cuenta diferentes factores.

Tejidos y crecimiento

Mientras menos edad tienen los pequeños, sus tejidos duros son más maleables y flexibles. A menor edad los huesos son blandos y de arquitectura cambiante.

El proceso de desarrollo durante el crecimiento es mucho más acelerado, el sistema esquelético sufre constante alteración, no sólo en la talla sino en las facciones y formación del rostro.

Inicialmente el niño duplica su talla en meses y posteriormente en años, hasta llegar a la edad en la que el crecimiento se detiene. En esta etapa los huesos se endurecen y la conformación de los mismos queda definida sin más alteraciones por desarrollo.

Deformaciones faciales

Si un pequeño pierde un ojo por cualquier razón y el espacio no se ocupa de forma artificial, el cuerpo cerrará ese hueco para dar solidez a la conformación del rostro.

Los huesos alrededor del espacio vacío se hunden y, conforme los pequeños crecen, sus huesos se endurecen.

De esa manera se producen deformaciones faciales que continuarán en la edad adulta. En ese momento ya será imposible corregir los desniveles que deforman la simetría del rostro.

Por eso, cuando un menor ha perdido un ojo es de suma importancia colocar una prótesis a la brevedad posible.

Considerar colocar una prótesis ocular a edad temprana aplica tanto en los casos de pérdida de un ojo o en los que el ojo tiene volumen reducido al nacimiento (microftalmos) o que posteriormente ha perdido volumen por diferentes razones (ptisis bulbi).

Candidatos a una prótesis ocular

Nuestros más de 60 años de experiencia nos han demostrado que los lactantes deben ser adaptados con prótesis o con conformadores desde que tienen aproximadamente tres meses de edad.

En general, se considera que la adaptación de prótesis debe iniciarse a edades entre tres y seis meses en situaciones de microftalmos.

En casos de cirugía, se inicia la adaptación dos o tres semanas después de la intervención. Esto dará tiempo para una total cicatrización y desinflamación completa.

Esta última regla aplica también para adultos.

¿Es necesaria una cirugía para colocar una prótesis?

Algunos cirujanos recomiendan la extracción del globo ocular y colocar después una prótesis. Sin embargo, es un error pensar que para colocar una prótesis se tenga que recurrir a una operación o que hay que esperar a cierta edad para colocar un ojo artificial.

Existen muchos casos de niños que nacen con anoftalmos (falta de ojo) o con microftalmos (ojo de tamaño reducido), en los que no existe posibilidad de recuperar la vista y no es indispensable operar.

También es necesario mencionar que un buen ocularista no necesita que quirúrgicamente modifiquen la cavidad del ojo, o que se hagan “rellenos”, o producir fondos de saco para retener las prótesis.

La cavidad ocular no debe modificarse para ajustarse a una prótesis. La prótesis para un niño siempre debe ser fabricada de forma personalizada.

Prótesis adecuadas para niños

Es sumamente importante no ajustar prótesis oculares prefabricadas en niños. Esto se debe a que este tipo de piezas se elaboran de acuerdo a patrones de pérdidas de ojo en situaciones convencionales.

Este tipo de piezas no contemplan deformaciones, cicatrices, cirugías invasivas, etc. Por eso, en presencia de microftalmos, o de niños que no han alcanzado su desarrollo, no será posible ajustar la prótesis correctamente, por más modificaciones que se hagan.

Además, estas prótesis son demasiado gruesas y pesadas y las curvas de su diseño son totalmente diferentes a las requeridas por los pequeños.

Todo esto hace que adaptar una prótesis prefabricada ocasione más daño que beneficio.

Adaptación correcta

Sumado al tamaño adecuado, es indispensable cuidar cada detalle en el proceso de adaptación de una prótesis infantil.

Una prótesis que no está bien adaptada o colocada hará que los párpados del niño se “cuelguen”, que tenga ojos “saltones”, u otras deformaciones.

Esto se debe a la presión excesiva en algunas zonas que hacen que los tejidos más resistentes, que sirven de soporte a los tejidos más blandos en los párpados y en las áreas aledañas, se estiren y pierdan elasticidad y resistencia.

En muchos casos, esto genera condiciones difíciles de corregir, incluso con cirugía.

Colocar piezas hechas exactamente a la medida y ajustando correctamente sobre los puntos y zonas elegidas, los tejidos no perderán su funcionalidad más importante, que es la de permitir que los espacios crezcan al mismo tiempo que el resto de la arquitectura anatómica facial de manera equilibrada y simétrica.

Como es natural, estas piezas se deben ir cambiando conforme el niño va creciendo para evitar que queden chicas.

En bebés y en pérdidas oculares recientes los cambios son más frecuentes. Los tiempos entre una pieza y la siguiente se van espaciando con el desarrollo del niño.

Colocar una prótesis ocular en niños debe ser considerado más como un tratamiento a largo plazo y no como una solución inmediata y definitiva, como en el caso de los adultos.

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